Son espumógenos que no contienen flúor y poseen un gran poder humectante a bajas concentraciones penetrando sus soluciones en sustratos sólidos como madera, cartón, etc., acelerando la extinción y reforzando la resistencia a la reignición. Son especialmente indicados para ser usados en sistemas de espuma de aire comprimido (CAFS), obteniendo espumas muy uniformes tanto húmedas (expansión 1-10) como secas (expansión 10-20). Se obtienen enfriamientos muy rápidos y tienen un bajo impacto medioambiental haciéndolos ideales para fuegos urbanos.