Minería

Los fuegos en las minas se empezaron a combatir por medio de espumas de alta expansión rellenando las galerías con dicha espuma “asfixiando” así el fuego al desplazar el oxígeno. Estas espumas contienen muy poca cantidad de agua por litro de espuma y así el poder refrigerante no es muy grande.
Se pueden utilizar aditivos (20% sobre agua) que contienen sales ignifugantes y agentes humectantes que permitan evitar el riesgo de inflamación en las minas de carbón.
Otra solución ventajosa es utilizar aditivos sin flúor muy concentrados que pueden usarse a concentraciones tan bajas como 0,3% en sistemas CAFS especiales que producen espumas muy compactas aportando gran seguridad contra los incendios en estas explotaciones.
Para los grandes camiones empleados en las minas a cielo abierto, los sistemas automáticos de extinción a base de soluciones de espumógeno libres de flúor también aportan mucha seguridad en el proceso de extracción del mineral.